viernes, 8 de noviembre de 2013

LA TELEVISIÓN EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

Uno de los principales obstáculos en el hogar para que éste sea un ambiente propicio para el estudio, la lectura y el desarrollo intelectual es la televisión. Ésta, vista con exceso y sin control, crea dependencia (teleadicción), y fatiga mental en todas las personas, aunque más en los niños. Si se convierte en el único recurso para llenar el tiempo libre, dificulta la comunicación e impide que se consigan hábitos como el leer, escribir, conversar y jugar, y que se disfrute de otras aficiones y hobbis.

Así, la televisión puede ser un gran obstáculo para los estudios y puede ser reponsable de un factor importante del fracaso escolar ya que quita tiempo para el estudio y genera situaciones de pasividad, abandono y conformismo, lo que contrasta con las actitudes básicas para el estudio: acción, decisión, esfuerzo, constancia y sacrificio. Tengan en cuenta que para los niños es muy difícil empezar a estudiar después de dos o más horas de televisión, pues supone pasar de una situación muy cómoda (pasividad, poco esfuerzo, diversión y no pensar) a otra que requiere acción, esfuerzo para comprender, recordar, relacionar, expresar, etc., y, no olvidemos, también algo de aburrimiento para algunos niños.No obstante, la importancia recae en saber dónde están los límites de uso y entender que es un medio de comunicación con gran poder de sugestión sobre el individuo, y que los niños no son capaces aún de discernir sobre su utilidad adecuada, más bien se dejarán llevar por lo que tiene de atractiva y adicctiva.

Son ustedes los padres los que deben prestar la ayuda a sus hijos, con sus criterios claros sobre este medio, para que la utilcen adecuadamente y no les interfiera gravemente en su proceso de estudiante. En ustedes recae la responsabilidad de limitar el tiempo que sus hijos dedican a ver la televisión y de seleccionar los programas que ven, al mismo tiempo que consiguen de sus hijos que entiendan e interioricen lo importante que es para ellos esta postura. Háganles comprender que no es un “capricho” ni imposición de ustedes, sino una medida más de las que les conviene para sus vidas.

RECUERDE
• Estos principios familiares sobre el uso de la televisión requiere y exige el buen ejemplo por parte de los padres en cuanto a moderación en su consumo y el ejemplo del buen empleo del tiempo libre, con propuestas alternativas.

Tenga en cuenta
• La televisión presenta el material de forma fundamentalmente opuesta a como lo hace la escuela –visual en lugar de verbal– y fomenta tiempos de atención muy cortos, con lo que luego se aburrirá en clase (se necesita tiempos de atención largos). Como consecuencia afectará a la atención y concentración, produciendo “mentes dispersas”. 

• La televisión fomenta períodos de atención muy cortos, la Escuela y el estudio requieren períodos de atención largos.

Así mismo, se constata lo negativo que puede resultar el que los niños y jóvenes que tengan en su habitación su própia televisión por los problemas de aislamiento familiar que puede generar y distracción de sus responsabilidades con el estudio.

Finalmente, ver programas violentos en la televisión no sólo abre el apetito para el mismo tipo de estimulación: parece que también estimula la agresión en algunos niños y decrece la angustia que se presenta al observar el sufrimiento real.

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