miércoles, 24 de abril de 2019

EL EFECTO DEL AFECTO EN LA EDUCACIÓN EN LOS NIÑOS

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Cuando en el argot de las familias hablamos de crianza, nos estamos refiriendo al acto de cuidar, alimentar y educar a nuestros hijos e hijas. Estas tres acciones implican una gran responsabilidad de cara a nuestros pequeños y se hace necesario tener conciencia de ello y saber cómo quiero cuidar a mi pequeño, cómo quiero alimentarlo y cómo quiero educarlo. Yo apuesto por educar desde el amor a los niños, porque la educación desde el afecto es mucho más efectiva.

La clave es educar desde el amor a los niños


Hoy en día existen diversos métodos que nos hablan de crianza, y además, dentro de cada familia se aplican variaciones. Es importante que como madres y padres reflexionemos sobre ello y tengamos bien claro qué queremos y cómo lo queremos. Pero para practicar algo, es necesario conocerlo antes y además creer en ello.

Con la paternidad y la maternidad ocurre algo muy curioso. Y es que se empieza a practicar a ser padre o madre una vez que ya se es padre o madre, es decir, es la única 'profesión' que empieza con la práctica más que con la teoría.

¿Pensáis que se educa mejor con un grito o con una palabra afectuosa? ¿Creéis que es mejor el castigo o una consecuencia razonable? Todo método educativo o de crianza debe partir del afecto. Y es que el afecto es uno de los componentes psicológicos más importante de nuestra vida, el afecto entendido como amor: el amor de una madre hacia su hijo, el amor de una pareja que te hace sentir más vivo que nunca o el amor a un amigo en momentos duros.

Consejos para lograr una educación afectiva efectiva


Por eso, a continuación encontrarás algunos consejos que te ayudarán a conseguir un método educativo basado en el afecto. Son seis claves que resultan imprescindible a la hora de educar desde el amor a los niños.

1. Escucha a tu hijo desde la amabilidad y sin juzgarle
Déjale hablar con calma mientras te cuenta y mírale a los ojos en ese momento. Dedica tu atención a él o ella.

2. Permite que tu cerebro emocional conecte con su cerebro emocional
Empatiza con él, escucha su emoción y dala por válida.

3. Deja fluir tu niño o niña interior en situaciones que lo requieren
Conviértete en niño o niña en algún momento, disfrázate con él o ella, haz teatro a su lado, bailad juntos…

4. Educa con firmeza
La firmeza no es contraria al amor, ni los límites están reñidos al amor. Recuerda que un niño o niña necesita normas y requiere que tú se las des.

5. No uses el chantaje
La vida no se trata de eso, no enseñemos el método del chantaje que luego nuestros hijos podrán usar con sus amigos, con los propios padres o con su futura pareja.

6. Reflexiona sobre los castigos
Deja los castigos, y si no puedes evitarlo, reflexiona sobre si realmente sirven para que tu hijo o hija aprenda lo que en ese momento es necesario. Hay otras alternativas al castigo, te invito a que indagues en la disciplina positiva.

Recuerda poner afecto, recuerda poner amor en todo lo que haces. La vida sin amor no es nada.


PORQUE LOS NIÑOS NO DEBEN EMPEZAR A LEER Y A ESCRIBIR ANTES DE LOS 6 AÑOS?


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Expertos, educadores y padres vemos la dificultad de algunos niños cuando se intenta que sí o síque comiencen a leer y a escribir antes de los 6 años. Y es que muchos pequeños todavía no están preparados, ni han alcanzado las habilidades necesarias para poder realizar ese aprendizaje.

Hay niños que sienten curiosidad por leer y escribir antes de los 6 años e incluso lo logran sin gran esfuerzo y con ganas de hacerlo, pero seamos sinceros, no es lo normal. Cada niño evoluciona a su ritmo y, algunos ya están preparados para ciertos aprendizajes, mientras que otros no. Estas diferencias evolutivas suelen pagarlas los que aprenden más despacio ya que la educación, en general, suele ser estándar y no individual.

Pero, ¿qué es lo correcto?, ¿a qué edad deberían aprender a leer y escribir los niños? Quizás lo más importante no es marcar una edad concreta, sino saber si el niño está preparado para el aprendizaje de la lectoescritura y fomentar el desarrollo y el estímulo de esas capacidades que le llevarán a poder adquirir esa habilidad.

Aun así, la realidad es que, en muchos países, los niños comienzan a leer y a escribir demasiado pronto, esto no solo lo digo yo viendo la experiencia de mis hijos y sus amigos, lo dicen expertos pedagogos y profesores que afirman que la introducción a la lectoescritura se está haciendo cuando el niño no ha alcanzado la madurez suficiente para adquirir ese aprendizaje. ¿Cuál es la urgencia?, ¿Por qué tanta prisa?, ¿No deberían jugar, desarrollar habilidades sociales o aprender a comunicarse antes que hacer fichas con 4 y 5 años?

Un estudio de la Universidad de Cambridge dirigido por Robin Alexander afirma que a los 4 y 5 años los niños no están preparados para comenzar a recibir una educación más formal estructurada en materias. El aprendizaje debe estar basado en mejorar sus habilidades a través del juego.

Aun así, políticas, sistemas educativos, planes de estudios de muchos colegios y algunos padres insisten en comenzar durante la educación infantil con la introducción de la lectoescritura mediante fichas. Afirman que los niños están en su momento álgido de aprendizaje y que, pueden aprender a leer y escribir antes de los 6 años si lo hacen como un juego.

Qué puede ocurrir al niño al leer y escribir antes de tiempo

Hay niños que todavía no han adquirido las habilidades motrices necesarias como para tomar bien el lapicero cuando se les está pidiendo que escriban su nombre, otros no son capaces de leer sílabas sin que ello suponga una gran angustia. No son niños que tengan problemas de aprendizaje, son niños que todavía no están preparados para leer y escribir.

Todo esto ocurre en la etapa infantil, cuando se supone que deberían estar explorando, jugando, fomentando la curiosidad, la creatividad, el descubrimiento...

Cuando se le fuerza a ello y el niño no está preparado para leer y escribir antes de los 6 años, lo único que se consigue son estas 6 cosas: 


1 - El niño puede sufrir un rechazo y un bloqueo por lo que se frenaría el aprendizaje natural y le haría mucho más difícil al niño en lugar de una aventura feliz.

2 - Podría tener más faltas de ortografía en un futuro debido a un mal aprendizaje.

3 - Sentimiento de frustración, sobre todo si ve que otros niños de la clase son capaces de escribir letras o leer sílabas y él no.

4 - Baja autoestima, un sentimiento de inferioridad frente al resto de compañeros.

5 - Pérdida de interés por la lectura y la escritura.

6 - Desmotivación, ya sea por miedo a no poder hacerlo o ansiedad ante el desafío.