miércoles, 16 de noviembre de 2016

EN ESTA NAVIDAD COMPARTAMOS CON LOS NIÑOS QUE NECESITAN

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Estando cercana la fecha de la celebración de la fiesta de la Navidad, del nacimiento del niño Dios, sería ideal que los católicos en general, compartamos esa alegría con los que menos tienen, demostrándoles nuestro cariño, afecto y religiosidad, compartiendo con ellos un trozo de pan, una taza de chocolate u obsequiándoles un juguete a algunos de los miles de niños de extrema  pobreza que habitan en nuestra ciudad para que ese día, también tengan el derecho de reír.

La Navidad para los que tenemos familia, es la fiesta más bella del año, donde se conjuga la amistad, la unión, la alegría de vivir, es por eso que me permito compartir con ustedes esta inquietud fácil de cumplir,  y hagamos felices a algún niño de nuestro barrio, del sector donde vivimos… creo que no es nada difícil apelando a su espíritu cristiano a donar un vaso de leche o un juguete a unos de estos niños pobres.



Si usted amigo lector ha visto este cotidiano drama de estos pobres niños, reitero, haga algo por ellos, y este 24 de diciembre ofrézcale anónimamente su apoyo y cariño, como si fuera uno de los suyos. 

lunes, 8 de febrero de 2016

PROBLEMA DE AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS


CÓMO SE DESARROLLA EL AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS?

En los niños, el concepto de autoestima se desarrolla en cinco áreas:

1. Área social. Sentimientos del niño o adolescente sobre las relaciones con sus amigos.

2. Área académica. Percepción de su faceta como estudiante.

3. Ámbito familiar. Ubicación como miembro de una unidad familiar, relacionado con sus sentimientos como parte integrante de su familia.

4. Imagen corporal. Reflejo de cómo ve su aspecto físico o sus capacidades físicas.

5. Autoestima global. Valoración general que hace de sí mismo.

CÓMO IDENTIFICAR LA BAJA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS

Normalmente, durante su desarrollo los niños suelen presentar muchas alteraciones de conducta. Y eso es totalmente normal, ya que el niño necesitará contrastar distintas situaciones. Pero existen actuaciones que persisten y se convierten en comportamientos casi crónicos. Por ejemplo, cuando el niño empieza a evitar actividades intelectuales, deportivas o sociales por miedo al fracaso; cuando engaña,miente, y echa la culpa a los demás; cuando, por no confiar en sí mismo y en su capacidad, se hace el pequeño delante de los demás; cuando se vuelve agresivo o violento, y extremadamente tímido; cuando se niega a todo y se muestra frustrado delante de cualquier situación, o cuando la opinión ajena domina sus decisiones.

Cuando te des cuenta de que tu hijo presenta alguna de estas conductas, es aconsejable que te acerques más a él para intentar ayudarle. El apoyo de la familia es fundamental en el proceso de recuperación. Pero, si ves que la situación es más seria, es recomendable solicitar la ayuda de un especialista, antes de que siga creciendo con este problema. El papel de la escuela también es importante, ya que es la que debe tener habilidad y medios para identificar el problema y ayudar al niño a dar una salida a estos sentimientos tan distorsionados que le causan tantos problemas.
¿Por qué es importante para los niños tener una buena autoestima?

La autoestima de una persona es muy importante porque puede ser el motor que la impulse a triunfar en la vida en el terreno personal. Por lo general, un niño con buena autoestima suele demostrar el deseo de intentar cosas nuevas, de aprender, de probar nuevas actividades; de ser responsable de sus propios actos; de tener comportamientos pro-sociales; de tener confianza en sí mismo y en sus capacidades; de colaborar con los demás; de reconocer sus errores y aprender con ellos. En este caso, no tienes por qué preocuparse. Tu hijo estará construyendo una buena autoestima.

CONSEJOS PARA AYUDAR A UN NIÑO QUE RECIBE BURLAS...




A veces los niños tienen que soportar las burlas de los compañeros de la escuela, de sus iguales fuera de ella e incluso de sus propios hermanos. Cuando los niños se burlan quiere decir que a través de las palabras intentan ridiculizar al niño para humillarle, muchos de los niños que se burlan no saben las consecuencias tan graves que puede tener en la autoestima de quien se ve afectado.

Lo habitual es que los niños sean capaces de manejar este tipo de burlas y que se convierta en algo temporal sin que le afecte más de la cuenta a la autoestima, pero no siempre es así. Hay niños que son más vulnerables, más inseguros o que se sienten más indefensos ante este tipo de ataques por lo que, sin quererlo se convierten en un blanco aún más atractivo para los agresores, ya que suelen buscar a 'víctimas' débiles.

PORQUÉ ALGUNOS NIÑOS NO SABEN MANEJAR LAS BURLAS

Los niños que no saben manejar las burlas puede ser porque se siente diferente a los demás, porque piensa que las burlas están justificadas, porque actúa diferente que los demás, porque se sale de la norma, porque le envidian, porque intenta defenderse pero reacciona de tal manera que a los demás niños sólo les hace querer burlarse más... etc.

Cuando un niño no sabe manejar las burlas, da igual la edad que tenga, necesitará ayuda de sus padres para poder sobrellevarlas, para poder actuar correctamente y sobre todo para entender que es algo temporal y que no tiene que entrar en el mismo juego o será peor.

3 CONSEJOS PARA AYUDAR A UN NIÑO QUE RECIBE BURLAS:


Los padres tienen un papel muy importante en cuanto a ayudar a los hijos a sobrellevarlo porque debemos partir de la base que muchos niños que reciben burlas tienen la autoestima baja y poca seguridad personal ya que su amor propio se ha visto afectado gravemente.

Para ayudar a tu hijo puedes seguir los siguientes consejos:

1. Busca información sobre lo que le ocurre a tu hijo. ¿Por qué ocurre? ¿Quienes se burlan? ¿Qué es lo que le dicen para hacerle sentir así de mal?

2. Enseña a tu hijo que hay varias formas para afrontarlas: 

- Ignorarlas (de esta forma aunque al principio el niño que se burla lo hará más fuerte, llegará un momento que se dará por vencido)

- Aprender respuestas rápidas pero no ofensivas (por ejemplo: sé que quieres que me enfade pero no lo vas a conseguir).

- Enséñale a pedir ayuda siempre que lo necesite (profesores, amigos...).

3. Realizar juegos de roles para poder ensayar las técnicas.

Es importante que tu hijo se sienta querido, apoyado y comprendido en todo momento y que si realmente ves que lo está pasando mal, que busques ayuda de un profesional de inmediato para que no le afecte a su amor propio más de la cuenta.

CÓMO CORREGIR A LOS NIÑOS QUE INSULTAN


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En algún momento por más que les enseñemos lo contrario, nuestros hijos terminarán diciendo algún insulto, para corregirlo debemos tener en cuenta la edad del niño y de la intención con la que lo haga, no es lo mismo el insulto del niño de 2 años que el de uno de 10. Te enseñamos unas pautas para corregir a tu hijo cuando suceda esto.

8 PAUTAS PARA CORREGIR A LOS NIÑOS QUE INSULTAN: 


1. Ser un ejemplo, un modelo a seguir. En primer lugar, los padres debemos ser referentes positivos para nuestros hijos ya que los niños pequeños aprenden fundamentalmente por imitación. Si nosotros, los padres, somos los primeros en insultar cuando nos enfadamos por algo difícilmente tendremos autoridad moral para corregir a nuestros hijos cuando insultan. 

2. Fijar normas y límites claros respecto a los insultos dentro o fuera de casa. Como padres que somos debemos establecer las reglas de juego que se permiten en nuestro hogar y esto incluye también el tipo de vocabulario y tono que se puede utilizar en casa y fuera de ella. Debemos explicar a los niños qué palabras son aceptables y cuáles no. Por qué no es correcto insultar y cómo deben tratar a sus hermanos, familiares, amigos y conocidos. Debemos explicar la importancia del respeto y de la tolerancia, pero no solo eso, también deben vernos practicar estos valores con ellos y con el resto de las personas que nos rodean.

3. Moderar las reacciones. Teniendo clara la primera premisa (que debe ser básica para poder corregir a los niños que insultan) debemos tener en cuenta otra muy importante y es que cuanto más nos enfademos con los niños cuando insultan más poder les concedemos. Los niños descubren pronto, y en función de nuestras reacciones, el poder que tienen determinadas palabras, sobre todo palabrotas e insultos. Así que al reprender al niño que insulta debemos mantener una postura firme pero no autoritaria, explicar pero no gritar, incluso en ocasiones será preferible ignorar a castigar.

4. Practicar la empatía. Intentar entender por qué el niño insulta: ¿nos está provocando, llamando la atención o no puede contener la ira? Saber la respuesta a esta cuestión nos ayudará a corregir mejor a estos niños que insultan.

5. Aplicar sanciones ante la reincidencia de insultos. En ocasiones será suficiente con aplicar un castigo corto del tipo tiempo fuera para que el niño se dé cuenta que lo que ha dicho ha herido los sentimientos de un tercero y que eso no se permite. En otras, y con niños más mayores; la sanción puede estar relacionada con la retirada de un privilegio como ir al parque a jugar a fútbol con sus amigos al día siguiente. 

6. Buscar la saturación del insulto. Esta alternativa, aunque parezca controvertida, es una estrategia para quitar poder al niño que insulta para provocar. Se trata de ofrecer un espacio y un tiempo para que el niño diga todos los insultos que quiera sin parar. Por ejemplo le pediremos que durante 5 minutos diga 'tonta' si es ese el insulto que nos ha proferido, mientras nosotros debemos permanecer tranquilos a su lado. 

7. Proponer y aplicar la reparación del daño causado. Esta es otra técnica que se utiliza para reparar el daño infringido por un insulto por ejemplo a un hermano. El niño que insulta debe decirle a su hermano un mínimo de 3 elogios o alabanzas de modo sincero. Aplicable a niños a partir de los 6 años.

8. Ofrecer alternativas. Esta es la mejor de las técnicas porque el objetivo es a largo plazo, mientras que las demás si bien tienen resultados inmediatos a la larga funciona mejor cuando el niño conoce otros modos de expresar su enfado, rabia o frustración o ha aprendido a esperar o a llamarnos la atención sin necesidad de recurrir a los insultos ni a los malos modos. Nuestra función como padres es ofrecerles modelos, guías de comportamiento diferentes a las que están usando erróneamente.